A veces llegar a los lugares que uno tanto desea no es fácil, implica sacrificio y esfuerzo, y la llegada al El Nido fue un claro ejemplo de ello. Salimos desde Indonesia hacia Manila la capital de Filipinas conectando vuelos en Singapur en un aeropuerto gigante, de esos en los que te perdés fácilmente y no sabes muy bien para donde agarrar. Una vez en Manila tocó esperar nuestro vuelo para Puerto Princesa por 8 horas lo que nos llevó a dormir en el aeropuerto.
Llegada la mañana partimos a Puerto Princesa, vuelo corto de horita y media y ahí nomas cuando llegamos nos teníamos que mover hacia nuestro destino final, EL NIDO.
Para llegar al nido nos fuimos en una camioneta (Van) para 10 personas en un trayecto de aproximadamente y unas 6 horas de duración, entre calles en zigzag, poco espacio para las piernas y el sueño acumulado que teníamos por dormir en el aeropuerto puedo decir que fue el momento más crítico desde que arranco el viaje, nos dolía hasta el apellido, pero cuando llegamos creo que supimos valorar el esfuerzo que nos llevo llegar hasta acá, sí señor, habíamos llegado a EL NIDO.
El Nido
EL NIDO es una zona al norte de la isla PADAWAN ubicada al sur de MANILA, para que se hagan una idea del lugar tiene una costa espectacular con aguas cristalinas, que era uno de los motivos por los cuales estábamos ahí, para comprobarlo, las casas son muy rusticas, la energía eléctrica se corta buena parte del día y la zona está llena de taxis tipo moto llamados Tuc Tuc.
El día que llegamos nos pusimos a buscar alojamiento, la verdad por el cansancio que teníamos arriba nos daba lo mismo cualquier cosa con tal de que sea barato, y sobre la costa conseguimos una habitación con linda vista pero bastante rustica y no muy limpia, hasta le faltaba duchero en el baño por lo que nos tuvimos que bañar con un tachito sacando agua de un balde, pero poco importaba, teníamos que aguantar la noche y después buscar algo al siguiente día.
Al siguiente día salimos tempranito y guardamos nuestras cosas y nunca pensé que unas personas podían hacer un check out tan rápido, y así nomas nos fuimos a un hotel recomendado por otros compañeros del grupo que estaban en la vuelta, la verdad, todo un lujo comparado con el alojamiento anterior y aparte quedaba cerca de la panadería del nido donde hacen el mejor pan de queso que probé hasta el momento.
Ahora ya que les comenté las peripecias previas paso a contarles que es lo que se hace por esta zona, las principales actividades son el buceo, el snorkeling y playa, MUCHA PLAYA, de hecho son las mejores playas que vi en mi vida.
En esta zona ya que está rodeada de islas y playas desiertas se hace ISLAND HOPPING (salto de isla en isla), para ello hay tours por todos lados ya diagramados (todos iguales en todos lados) y por suerte dimos con un contacto en el hotel llamado BEN que no solo nos dio una mano con el alojamiento sino que también nos dio una mano con el tema de los tours.
Saltando entre islas
En cuanto a los tours todos arrancan a las 9 y terminan a las 16 más o menos, muy tabulados, en el medio del tour paran en una isla y cocinan en el barco y para luego comer en la playa con vistas impresionantes, en este sentido tengo que admitir que no les tenía mucha fe ya que pensé que iba a ser espantosa la comida y todo lo contrario, encararon y mucho.
En cuanto a lo que se ve acá en el Nido, creo que no le queda grande la palabra paraíso, es más, es la palabra que describe perfectamente este lugar, aguas cristalinas, islitas chiquitas con morros espectaculares, formaciones rocosas súper vistosas e incluso hay playas escondidas a las cuales podes acceder por huecos formados en las rocas lo que lo hace increíble y le da ese toque de misterio o de estar recorriendo territorio inexplorado.
Entre playas y postales
Si de playas espectaculares hablamos tengo que hacer una mención especial a la Playa “LAS CABAÑAS”, queda a unos 15 minutos en TUK TUK del centro, ahí sí que ronda una tranquilidad espectacular como para desenchufarse de todo incluso cuenta con un parador para comer y quedarse todo el día ahí, nosotros nos quedamos hasta el atardecer, donde el agua, las islas y el sol podían formar una postal perfecta para cualquiera que lo mire.
También otra mención para otra playa que queda a unos 30 km del centro llamada NAC PAN, esta playa es más extensa que LAS CABAÑAS y como punto a destacar es el agua, todo arena (no tenés que estar preocupado por pisar una roca o algo) colores turquesas impresionantes y una paz y tranquilidad sorprendentes.
Debajo del agua
Sobre la vida marina en este lugar solo queda decir que es preciosa, haciendo snorkel pudimos ver peces y corales por todos lados, los puntos negativos que hay es que el agua no es tan cálida por lo que estar nadando mucho tiempo te da frío y el otro punto son las aguavivas, son chiquitas te pican y sentís ardor en el momento y al ratito se te va pero son realmente molestas y más cuando son muchas y chiquitas!!
También luego de mi bautismo en GILI volví a hacer buceo. Los corales son súper vistosos, muchos peces por todos lados, mantarayas, caballos de mar, llegamos a ver hasta una tortuga gigante, conchas marinas, una especie de peces tipo alfiler, un pez chato que se camuflaba perfectamente en el fondo del mar y muchas cosas más.
Noches de bar a la uruguaya
Por último quiero hacer mención a un bar en la playa donde nos pasaron una recomendación unos compañeros del grupo donde se pueden comer milanesas rellenas (acá le llaman “cordon blue”), estando tan lejos del país de uno créanme que encontrar lugares así lo llenan a uno de alegría y más cuando tienen una bandera uruguaya colgada entre el montón, nos contaron que compañeros de grupos de viaje anteriores se la dejaron de regalo porque encontraron las tan ansiadas milanesas rellenas, incluso hablando con el dueño nos dejó pasar música uruguaya, nos hizo hincapié en que quería música típica así que sonaron algunas murgas, NTVG, Emiliano y el Zurdo, Tabaré Cardozo, entre otros.
Las cenas fueron una fija, milanesas rellenas con papas fritas y como para acompañar una San Miguel bien fría (cerveza muy buena), en la espera podían salir unos pool o sino mirando la playa iluminada por los boliches con pequeñas antorchas acompañando el ruido de las olas y el cielo estrellado, incluso en la noche El Nido nos seguía regalando esa clase de postales que van a ser dificiles de borrar.