loader image

Bali y un mundo nuevo

Nuestro segundo país y el primer choque cultural intenso.

Tabla de Contenidos

Llegamos desde Sydney después de un vuelo de 6 horas y media hasta Denpasar – Bali, una vez que llegamos a el aeropuerto salimos del avión y sin dar muchos pasos el calor nos abrazó, es un estilo de calor húmedo y pesado que nos dio la bienvenida.

La llegada a Bali fue intensa, y no lo digo solo por el calor, fue sentirme millonario después de sacar rupias del cajero (porque acá los billetes tienen muchos 0), fue someterse a una suerte de subasta y ofrecimientos por parte de los conductores de taxis para llevarnos, y fue el comienzo del dominio de un arte desconocido hasta el momento, EL REGATEO.

Sanur, Ubud (Bali)

Las calles de Bali

Fácilmente entendí que estábamos en otro lugar, las reglas de juego eran otras y nos teníamos que acostumbrar si o si, que era común ver estatuas en los canteros, casas tipo templos, flores y telas de colores atadas a imágenes religiosas de piedra, olores completamente distintos a lo que venía acostumbrado y ver motos por todos lados con dudoso cumplimiento del orden en el tránsito me dejaba una mezcla de asombro por la novedad y miedo por lo desconocido.

Bosque de monos en Bali

También en esta parte del mundo se mezclan templos religiosos, naturaleza con variada vegetación y monos en THE MONKEY FOREST, donde se encuentran un montón de monos sueltos que interactúan con turistas, algunos les dan de comer cosas y hay que ir con terrible cuidado porque roban de todo, incluso con monos que se te suben a la espalda. Este lugar es considerado un centro de investigación de los monos entre sí y con el entorno y para los locales es un centro espiritual por la cantidad de templos que lo rodea.

Tanto venía cambiando el entorno que me hizo descubrir otra forma de cosecha por medio de las Terrazas de Arroz, y una vez que estuvimos ahí aprovechamos a almorzar (el acompañamiento no los sorprenderá :)) con vista a las terrazas y aprender un poco más sobre este lugar, con un sistema de riego muy antiguo pero funcional y donde los ojos se te pierden en el verde esmeralda de su vegetación.

Terrazas de arroz en Bali

La religión forma una parte importante de esta zona, incluso hay un templo en el cual la gente se pone debajo de unos chorros de agua para purificarse y hacen ofrendas con pétalos e inciensos, nosotros como buenos turistas nos limitamos a sacar fotos y a respetar lo que estaban haciendo pero hay turistas que participan de los cultos y se dan un baño sagrado, si bien hay diversidad de religiones la que predomina es el hinduismo con más del 90% de la población.

Pese a no entender muchas cosas en cierto momento sentí cercanía, personas del otro lado del mundo con una religión totalmente diferente a lo que estaba acostumbrado en mis tierras pero con intensidad, cambiando un poco la forma pero dejando lo mismo que se deja por acá como los deseos y perdones… en cierta medida encontré un punto de conexión.

Ritual de purificación

No puedo dejar de hablar de la gente de Bali, al principio chocó, veníamos de otro lado y no entendíamos bien los códigos, pueden parecer densos al principio pero con el correr de los días los podes entender un poco más. La precariedad e informalidad que rodea estos lados hace que busquen al turista como un medio de supervivencia, esa oportunidad para ganar un poquito más, pero a pesar de esto no se dejan de mostrar alegres y llenos de energía.

Bali cerró con nota el segundo destino de este viaje, se nos planto de frente en principio y nos presento un panorama diferente, de eso que en cierta medida vinimos a buscar, nos mostró diversidad y patrones no conocidos pero que nos empezó a ablandar y hacernos un poquito más del mundo que creo que de eso se trata.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *