Otro mundo
Llego el turno de Japón, recién salidos de Singapur donde pasamos notable y entendíamos todo, llegamos a Japón, otra cultura, otro idioma, otro mundo!!!
Transitar en este país en principio se volvió un tanto frustrante para todos ya que el inglés no alcanza y las letras no se entienden por lo que recurrimos a guiarnos por los colores, los números y mucho pero mucho gesto, todo una aventura.

Primeros días
Nuestros primeros días en Japón fueron para conocer la capital, barrera idiomatica mediante nos adentramos a conectar trenes (con nuestro Japan Raíl Pass) y subtes (nos subieron la exigencia respecto a Singapur ya que son muchas más líneas) y también predominan los mapas de las líneas en el idioma local y a veces se puede tornar complicado conseguirlo en inglés..
Nos quedamos en una zona bastante céntrica (Okachimachi) en un hotel bastante particular, cuando entramos no podíamos creer lo que veíamos, eran cápsulas!! En principio choca bastante verlo, daban la impresión de nichos de cementerio y parece que es imposible dormir ahí pero nos resultaron bastante cómodas y también están super bien equipadas.
Akihabara
Comenzamos nuestro recorrido por el barrio tecnológico llamado Akiahabara, imponente la oferta tecnológica por estos lados, además de ser uno de los barrios conocidos por los comics y el anime.
Se pueden encontrar edificios enormes con pisos enteros dedicados a rubros específicos, por ejemplo: piso de computación, piso de fotografía, etc.

Shibuya
Luego nos dirigimos a shibuya donde se encuentra la estatua de un perro famoso Hachiko que es considerado uno de los perros más fieles del mundo y en esa misma esquina se encuentra el cruce más transitado del mundo, es esperar a que la luz se ponga en verde como para que se vuelva en un hormiguero, obviamente nos quedamos tan copados que cruzamos unas 15 veces, nunca fue tan divertido cruzar la calle!.

También nos quedamos recorriendo y apreciando los locales y las luces del contexto, para que se hagan una idea es una especie de ciudad vieja pero más grande y muchísima gente.Ya que les hablo de la gente me queda comentarles que son sumamente cordiales y cuando preguntábamos como llegar a algún lado si no se hacían entender te acompañaban hasta el lugar.
Se pueden ver algunos con tapa boca, averiguando nos dijeron que no se debe a ningún virus ni nada sino que hay personas que son alérgicas a los cerezos y se cubren para que las pequeñas hojas no les afecte.
Tradiciones
Otros puntos a destacar son la elegancia y la tradición, elegancia porque se visten espectaculares todos, muy prolijos y tradición ya que cada tanto se entremezclan entre las multitudes personas con la vestimenta típica de Japón, el kimono.
Subastando el pescado
Siguiendo nuestra recorrida por tokio nos quisimos levantar temprano para llegar al puerto donde hay subasta de pescados, como demoramos y sumado a que este lugar ópera desde las 5 a las 6 y media de la mañana, llegamos cuando literalmente estaba todo el pescado vendido, por suerte en los alrededores de la zona había locales que venden pescado e incluso cocinan en la calle, muy vistoso porque de probar ni hablamos ya que no me gusta para nada la comida marina.

Luego nos dedicamos a la visita de templos, muy llamativos todos, con muchos detalles, incluso llegamos a presenciar una ceremonia, obviamente calladitos y adoptando una actitud lo más correcta posible.

Sky Tree
También hicimos el intento de subir a la sky tree, una de las torres más emblemáticas de Japón que en un momento supo ser la más alta del mundo con 634 metros de altura, hoy en día solamente es la más alta de Japón, el intento se frustró cuando llegamos y teníamos que hacer una cola con 200 personas adelante, demasiado tiempo requería la visita así que seguimos.
La recomendación en este punto es que si realmente quieres visitar Tokio y concretamente el Sky Tree reserves el ticket por internet ya que es uno de los puntos más recorridos de la ciudad. La demanda es muy alta dependiendo de las fechas así que planificar esta visita es clave.

Sumo
Por otro lado quisimos presenciar una lucha de sumo, así que fuimos a un estadio (Ryōgoku Kokugikan) que tenía un museo anexo, lamentablemente solamente pudimos acceder al segundo ya que el estadio estaba cerrado y no pudimos entrar.
A pesar de ello la visita fue interesante ya que se puede ver todo lo relacionado a este deporte, vimos un par de luchadores en la vuelta pero no me dio para pedirles una foto, capaz que se lo tomaban a mal y anda a calmar un muchachito de esos enojado.

Palacio Imperial
Finalmente queda comentarles sobre nuestras visitas a los jardines del palacio imperial (donde vive el emperador) y parques, sumamente vistosos todos, cada uno de ellos con su particularidad, hay que tener en cuenta que la zona de los jardines es la única abierta siempre al público. Respecto al palacio se pueden visitar contados días en el año y es de difícil acceso.
Conclusión
Tokio me voló la cabeza, fue la puerta de entrada a una civilización que pregona respeto y tradición pero se mezcla de una forma muy interesante con la modernidad, una ciudad que te das cuenta que apunta alto, y por sobre todas las cosas, enseñó un montón.