Ya en los días previos se venía palpitando, entre despedidas con familia, amigos y compañeros de trabajo, se venía a la cabeza todo el camino recorrido para llegar a este momento, el gran día llegó! hoy arranco a vivir mi propio viaje.
Nuestro primer destino era Sydney, muchas conexiones y vuelos por delante, cruzar el Pacifico y aceptar una vida de cambios, no solo de locación, se venían aromas, colores, arquitectura, personas, idiomas, comidas y muchas cosas que no entendía pero que de alguna forma u otra quería ser parte.
Sydney
Ya veníamos muy cansados de tanto volar, la verdad con vuelos tan largos y con asientos poco reclinables y sumado a tener unas piernas largas con mi metro noventa se volvió bastante incomodo poder dormir, pero después de tanto tiempo volando llegamos.
Las primeras impresiones fueron raras, era comunicarse con un inglés precario, conseguir medios de transporte que son caros y buscar algún mapa que nos dijera a donde ir, eramos nuevos en esto y se notaba, pero por suerte siempre hay algún cartel con la letra grande «i» (puestos de información) que pueden ayudar.
Sydney nos recibe con limpieza, orden, edificios cuidando detalles y preservando autenticidad con su toque histórico, y una de las zonas más emblemáticas de la ciudad como es la Bahía que es una de las zonas más turísticas de la ciudad.
Una vez que llegamos a la bahía asomó el gigante Harbour Bridge, el puente emblema de Sydney y una de sus principales atracciones turísticas ya que se hacen escaladas y recorridos por el mismo. Caminando otro poco por la bahía y admirando los ferrys taxi (son taxis que van por el agua) y los restaurantes sobre la costa ahí asoma otro edificio emblemático de la ciudad, el famoso OPERA HOUSE, donde se pueden presenciar las mejores obras musicales del mundo, entre los sonidos e historias que guardaban esas paredes, dimos un recorrido rápido y conseguí un imán de Sydney con el que comenzaría mi colección.
Encantado con todo lo visto al momento seguimos un poquito y mirando en el mapa nos fuimos a un barrio cercano llamado THE ROCKS, para que se hagan una idea es como la ciudad vieja uruguaya donde podíamos encontrar los edificios con más historia de la ciudad, cuando terminamos las vueltas por ahí seguimos caminando ya que nuestro próximo objetivo era ir a conocer a la Tower Eye, un edificio con base fina y que tiene mirador y restaurant arriba, una vez que llegamos y vimos que no cobraban 26 dolares por subir seguimos de largo y nos sacamos fotos cerca como para dejar el recuerdo.
Nuestro recorrido por esta ciudad fue breve, pero es uno puntos más significativos, donde todo es nuevo, la capacidad de asombro está a tope, y hay muchas expectativas con seguir este maravilloso viaje.