El querer entender un poco más
Cuando hablamos de Hiroshima es difícil que ese lugar no sea asociado con unos de los desastres más significativos del siglo XX, muertes y dolor, pero lo sorprendente es como este lugar guarda la memoria de esos hechos.
Sin lugar a dudas el lugar con más carga emotiva que visite, estaba ahí, en el mismo lugar donde casi 70 años atrás (6 de agosto de 1945) había estallado la primer bomba nuclear de la Segunda Guerra Mundial.
Destino obligado, el museo
Llegamos en la mañana y nuestro primer destino dentro de Hiroshima fue El museo conmemorativo de La Paz de Hiroshima, un lugar donde muestra la historia antes y después del bombardeo atómico, en la entrada se alquilan unos auriculares (en varios idiomas incluyendo español) y ahí a recorrer el museo.
El museo consta de varias pantallas, carteleras, baners y muestras de pertenencias de personas que murieron por causa de la bomba, a medida que iba recorriendo cada una de las estaciones se intensificaba el escalofrío que sentía, me cuesta expresar bien esto con palabras ya que él estar viendo la magnitud del daño causado en el mismo lugar de los hechos fue sumamente impactante.
Cabe destacar en el recorrido las explicaciones claras, lo descriptivo de cada momento y como el diseño del circuito va «jugando» por llamarlo de alguna forma con los sentidos y la intensidad de lo mostrado.
El cenotafio y la memoria
Luego fuimos al cenotafio de las víctimas, un monumento en el centro de la plaza adjunta al museo donde se recuerda a las víctimas y a pocos metros la llama de La Paz.
Este monumento fue construido en piedra donde figuran los nombres de las victimas que murieron a causa de la bomba independientemente de su nacionalidad, cada vez que alguien relacionado con los fallecidos lo solicita se agrega el nombre a la piedra que al día de hoy cuenta con casi 300.000 nombres.
El cenotafio tiene tallada una inscripción que dice «安らかに眠って下さい 過ちは 繰返しませぬから», o traducido, «descansad en paz, pues el error jamás se repetirá». Esta frase, incluida por Saika Tadayoshi, profesor de literatura inglesa de la Universidad de Hiroshima, no lleva sujeto en japonés por lo que la traducción es un tanto ambigua.
La Cúpula como emblema
También entre varios monumentos fuimos a la cúpula de la bomba atómica, es el edificio característico de Hiroshima ya que es el último edificio que queda en pie luego de la explosión
El hipocentro de la bomba fue muy cercano a este edificio que se mantuvo en pie pese a la proximidad ( 150 metros de distancia y 600 metros de altitud).
Si bien años atrás lo quisieron derrumbar para olvidar lo que pasó se insistió en mantenerlo para mostrarle al mundo lo horroroso de las armas nucleares e implorando por La Paz mundial al punto tal que este monumento fue declarado patrimonio de la humanidad por UNESCO en 1996.
Desarme y paz
Para finalizar queda comentarles el espíritu que guarda este lugar ya que la memoria de Hiroshima representa a los caídos por la bomba atómica y el deseo de la abolición de las armas nucleares para lograr una paz duradera en el mundo, Japón encabeza esfuerzos para el desarme atómico y espera llegar a esto en el año 2020, este lugar no guarda rencores sino que busca La Paz.