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Islas Gili

Entre agua turquesa y corales

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Después del paso por Bali tocó emprender el camino hacia las islas Gili, uno de los principales destinos turísticos de la región siendo un grupo de 3 islas paradisíacas (Gili Tarawangan, Gili Air, Gili Meno) que quedan a unas 3 horas por ferry desde Bali.

De camino al puerto nos tocó un chofer de esos con cancha, que sabe como tratar a los turistas, nos dejó libre la radio de la camioneta para poner lo que quisiéramos, y obviamente llegamos al puerto a todo ritmo de cumbia.

Desde el momento de tomar el ferry nos dábamos cuenta de lo que nos esperaba, el color del agua ya nos daba una primera aproximación y la vegetación que veíamos en el horizonte iba de la mano.

Islas Gili (Lombok)

Llegamos a la isla mayor (Gili Trawangan), en la isla no existen los autos, hay carros de caballo para que los turistas pongan sus maletas y los lleven al hotel (obviamente cuando llegas te ofrecen de todo, hay mucha informalidad y los locales tratan de sacar su tajada), hay muchos restaurantes sobre la costa, muchas casas de buceo y snorkel (con paseos por las 3 islas) y mucho turista de todas partes del mundo.

Gili mostró varias caras ni bien la pisamos, en principio te muestra esa cara bonita y rustica que encanta sobre la costa, donde todo se ofrece al turista, pero basta con caminar en las calles internas para que la cosa cambie. Laberintos de material y paredes de ticholo, casas precarias donde viven los locales y algún que otro alojamiento de bajo costo para turistas que quieran ahorrar.

También es sumergirte en su religión y los cantos sagrados que salen del altoparlante de la mezquita, acercarse hacia el edificio y ver las entradas diferenciadas según el genero fue de las primeras barreras que tuve que romper ante una religión desconocida, definitivamente nuestro contexto había cambiado solo alcanzó con perderme en calles internas para mostrar la cara no turística de Gili.

Varias primeras veces

En estas islas las principales atracciones son las acuáticas, predominando el snorkel y el buceo (ninguna de las dos las había hecho en mi vida), los primeros días nos dedicamos a recorrer un poco la isla y a descansar en las hermosas playas de este lugar y  a los pocos días hicimos snorkel con recorrido por las 3 islas, con una fauna marina impresionante, y la tranquilidad de las otras 2 islas Gili donde no había tanto turista.

En cuanto al buceo se ofrecen varios tours para las personas que tienen el certificado «open water» o PADI que para eso hay que hacer un curso previo, o también en el caso de no contar con el certificado se ofrece el llamado bautismo. Dado que no contaba con la certificación opté por la segunda, la diferencia radica en la profundidad y que vas acompañado con un instructor cerca para que todo esté bajo control.

También se ofrecen puntos específicos de buceo donde hay tiburones, «shark point», según lo que estuvimos averiguando es una inmersión totalmente segura y con bastante adrenalina… lamentablemente la dejé en el debe.

La noche

En las noches salimos a comer a unos pubs sobre la costa, la verdad es espectacular poder comer algo en lugares súper bien ambientados a pocos metros de la playa, los precios son buenos y la variedad es muy amplia.

Como todo punto turístico las ofertas de «productos mágicos» está a disposición del turista por parte de los locales, por lo que no te sorprendas si vas caminando por la calle y te dicen «mashrooms» o «ticket to the moon», de todas formas con un «no thank you» lo solucionas, no son muy pesados en ese aspecto.

También algunos ofrecen música en vivo (en nuestro paso había por lo general bandas de Reggae) pero también hay varios pubs que ofrecen música comercial. Aprovechamos que había una numerosa banda de uruguayos en la vuelta para hablar con uno de los dueños y pedirle que nos deje pasar nuestra música a lo cual accedió, y esa noche los uruguayos coparon Gili!.

Chau Gili

Creo que hay pocos aspectos en los que no me gusto este lugar y sin lugar a dudas confirmo una frase repetitiva entre los turistas. “a Gili es fácil llegar pero difícil irse” creo que en estos días aquí no paré de sorprenderme todo el tiempo con todo.

Si bien hay partes dentro de la isla que hay pobreza y no son tan turísticas, la gente de aquí vive súper feliz y con buena onda, gente sumamente amigable y sencilla incluso hablando con un lugareño sobre este tema nos comentó: “no necesitamos mucho dinero para ser felices, tengo una esposa que amo, unos hijos maravillosos y vivo en un paraíso, no necesito mas nada” y ahí caes en la cuenta que en Gili la gente entendió todo.

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